lunes, 30 de enero de 2012

CUARTOS DE FINAL DE LA COPA DEL REY (IDA).


REAL MADRID 1 – F.C. BARCELONA 2 “OTRA VEZ EL REAL MOUDRID”

Eran las 21.45 de la noche, el secretismo sobre la alineación del Madrid era máximo. Todos hacíamos conjeturas sobre que 11 presentaría Mourinho ante el F.C. Barcelona. 

Las bajas de Kedhira y Arbeloa condicionaban los esquemas tácticos, y las dudas eran máximas acerca de si habría trivote o no, y cúal sería la apuesta futbolística de Mou para este partido.
¿Pepe de central o de pivote?, ¿Lass al centro o la banda derecha?, ¿Callejón o Kaka?, ¿Higuain o Benzema?...

El 11 del Barcelona estaba claro, Pep demostraba una vez más que no pone en liza un 11 en función del rival, que ellos tienen su estilo de juego y que mueren con él. Toque de balón y posesión, y además una muestra de confianza hacia su guardameta suplente Pinto, quien era la única variante del 11 de gala del Barcelona.

Y entonces, llegó el momento de las alineaciones, y apareció la noticia, aparecían en el once Altintop y Carvalho, Pepe era mediocentro junto con Lass y Alonso y la delantera era para Benzema, Higuaín y Ronaldo. Ozil se quedaba en el Banco sorprendentemente. La propuesta era clara, contención en el centro y salida a la contra.

Con estas empezó el encuentro, el Madrid se metía atrás e intentaba contragolpear con la velocidad de sus 3 delanteros. El juego en el centro del campo del Madrid era nulo, y solo la bajada a recibir de Benzema o Ronaldo creaba algo de peligro. Tanto fue así, que en los primeros minutos, como así fuese en el partido de ida, el balón lo recibe en el medio del campo Benzema, quien inicia la contra, y mete un pase al hueco a un Cristiano que aparecía como un verdadero cohete. El portugués recibe el cuero e inicia la galopada hacia el área, la pisa y encara a Pique con un ligero movimiento hacia fuera, en ese preciso instante el luso conecta un fuerte disparo al centro de la portería que no consigue blocar un pinto que falla en su intento de blocar el balón. El cuero se colaba en la red y el 1-0 subía al marcador. El Bernabeu enloquecía y Cristiano Ronaldo aparecía en un clásico para desequilibrarlo. 

Desde luego, las cosas se ponían muy de cara para el Madrid, ganaba 1-0 y encima tenía sobre el campo un esquema dedicado a defenderlo. Quizás esa fue precisamente eso lo que le llevó al desastre. Por suerte o por desgracia los partidos duran 90 minutos, un tiempo bastante largo para solo vivir de la suerte. El Madrid tuvo pegada en quizás la única ocasión con claro peligro en los 45 primeros minutos.

Sin embargo, el Barcelona como ya demostró en el partido de liga, no se desordenó y siguió con su juego. Poco a poco se iba imponiendo sobre el terreno de juego. Liderados por un gran Xavi, un virtuoso Cesc, y un espectacular Iniesta, y con la ayuda del inestimable trabajo de un Alexis Sánchez que está creciendo por partido, el Barcelona dominaba el encuentro. La tragedia se mascaba en el Bernabeu y nadie hacía nada por remediarlo.

Un Madrid muy lento, sin elaboración y sin garra veía como el Bracelona tocaba y tocaba, y las ocasiones se amontonaban por momentos. El primer aviso lo daba Alexis, quien tras rematar en un escorzo espectacular, pasaba con una vaselina a Casillas y el balón pegaba en la cruceta. Un uy! que olía a último aviso.

A pesar del dominio culé en la primera parte, el Madrid se iba al descanso con 0-1. Era una ocasión de oro, para reestructurar el esquema y hacer frente a tal superioridad culé en el centro del campo.

Pero Mou siguió a lo suyo, y no modificó el dibujo táctico, y entonces, en la 2 mitad, llegó el castigo.  El 1-1 llegaba en un cabezazo de Puyol tras pase de Xavi desde el córner. 1-1 y el Bernabeu presagiaba lo peor. 

Y así fue, el 1-2 lo marcaba Abidal tras recibir un soberbio pase de Leo Messi. El argentino no brilló como de costumbre, pero solo le hizo falta una sola juagada para desequilibrar el choque.

Con el 1-2 se llegaba al final del encuentro. Pero antes, con 1-1 pudimos ver lo que fue la jugada más polémica del encuentro. 
También con el argentino de protagonista, pero esta vez por cuestiones bien distintas. 

El argentino cae al suelo tras recibir una falta y Pepe al pasar por su lado, le pisa intencionadamente la mano. El árbitro del encuentro no ve el gesto y se traga la expulsión. Sin lugar a dudas una acción vergonzosa para cualquier jugador, y más aun para un jugador que viste la camiseta del Real Madrid.

Con el 1-2 y con esta polémica acababa un choque donde el F.C. Barcelona fue infinitamente mejor que el Real Madrid, sin que los culés tuvieran que sacar su mejor futbol. Posiblemente por el planteamiento táctico de un Mourinho que no da aún con la tecla para ganar al Barcelona. El Miedo, respeto o ego del entrenador madridista, hizo que en el Bernabeu se viera un Madrid cariturizado, duro y abatido desde el primer minuto cuando el mismo líder de este proyecto manda un mensaje a los suyos de inferioridad incluso antes de salir al encuentro. ¿Que esperábamos entonces? .

Cabe reflexionar acerca de lo visto en el terreno de juego, porque otra vez el futbol ganó a planteamientos ultradefensivos y a la dureza futbolísitca. Mientras a esto que llamen futbol se juega con la pelota, el Barcelona seguirá ganando clásicos, salvo que Mourinho se dé cuenta, que al Barcelona solo se le puede ganar con más futbol, y de eso, el Madrid, tenía en el banquillo de sobra.

Un saludo pivotistas.

Fdo. Mateo García Cano.
Twitter: @Mattgarco

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